Un 
            itinerario turístico siguiendo el Camino de Santiago en su 
            trayectoria por Melide nos revela que este atesora manifestaciones 
            artísticas únicas en Galicia, como por ejemplo la reja de hierro de 
            la iglesia de Santa María, labrada en una desconocida herrería 
            en fecha cercana al 1200. El itinerario podría empezar por la aldea 
            de O Leboreiro, con sabor medieval, con una iglesia del siglo 
            XIV y un hospital antiguo. La iglesia tiene una portada con un hermoso 
            tímpano con la Virgen y el Niño, pinturas murales y arco triunfal 
            apuntado. El lugar también conserva tramos de la primitiva calzada 
            medieval hasta el río Seco, que se salva por un antiguo puente 
            de un solo arco, que para algunos estudiosos es de época romana. Continuando 
            el recorrido hacia la villa, llegamos a la aldea de Furelos, 
            de origen muy antiguo, según Felipe Arias Ponte Furelos pudiese 
            ser la ubicación de la Mansión Brevis de la Vía XIX de Braga 
            a Astorga. En la aldea, de estructura medieval, destaca el puente 
            de origen medieval, uno de los más hermosos del Camino, que ya aparece 
            citado en el Códice Calixtino, a mediados del siglo 
            XII, que está formado por cuatro arcos desiguales, con la calzada 
            alomada y gruesos pretiles, y la iglesia, que se encuentra a la orilla 
            del Camino de Santiago, que la bordea por el sur y el oeste, 
            rehecha en el siglo XIX, conserva restos importante medievales. Entrando 
            ya en la villa, el viajero descubre pequeñas joyas artísticas. La 
            capilla de San Roque, cuya portada, con elementos románicos y 
            decoración gótica, procede de la demolida iglesia parroquial de 
            San Pedro, que también se hallaba a pie del Camino. A su lado 
            tenemos un cruceiro del siglo XIV, según Castelao el más antiguo 
            de Galicia. En el interior de la iglesia existen tres relevantes sepulcros 
            del siglo XV. En pleno centro de la zona antigua, en la praza do 
            Convento, nos topamos con el  Convento 
            del Sancti Spiritus de la Orden Tercera de San Francisco, fundado 
            en el siglo S.XIV, con cabecera gótica de planta rectangular cubierta 
            con bóveda estrellada, pinturas murales de siglo XVI en el testero, 
            tapadas por el retablo barroco tallado en el año 1690 por 
            Francisco de Castro Canseco, uno de los mejores escultores 
            gallegos del siglo XVIII, que vivió en Melide. El retablo presenta 
            una clara disposición franciscana: San Francisco, Santo Domingo y 
            la Inmaculada Concepción, esta última imagen, policromada y dorada, 
            del siglo XVIII, se atribuye al taller compostelano de Gambino-Ferreiro. 
            En la iglesia-monasterio también nos encontamos con interesantes tumbas 
            del siglo XV: sepultura de Alfonso Vázquez de Insua, quien 
            fuera señor del pazo de Vilar de Ferreiros, con lauda con caballero 
            yacente, armadura y espada, siguiendo una tipología típica del siglo 
            XV, lauda de Tareixa Rodríguez, mujer de Alfonso Vázquez de 
            Insua, con decoraciones típicas de la época, y dos cenotafios "in 
            memoriam" de Inés de Castro y Leonor de Mendoza. Del 
            convento, hoy iglesia parroquial, también podemos destacar la capela 
            do Santo Cristo, del siglo XIV. En la misma plaza se halla la 
            capilla barroca y el pazo de la Obra Pía de San Antón, 
            que fundó el arzobispo de origen melidense D. Mateo Segade Bugueiro, 
            dedicada a la enseñanza y que tuvo actividad durante muchos años. 
            La portada de la capilla fue diseñada por Domingo de Andrade, 
            el mejor arquitecto gallego de su tiempo y los escudos son obra de 
            su taller compostelano. En el interior de la capilla hay dos sepulcros 
            del siglo XVII, uno de D. Mateo Segade Bugueiro y otro de D. 
            Antón Varela de Segade, los dos con estatua orante. Saliendo de 
            la plaza y a escasos metros de ésta, se encuentra el Antigo Hospital 
            de Peregrinos, fundado por Fernán López y Aldara González en el 
            año 1375. El actual edificio, datado del año 1502, como se lee en 
            la inscripción de la fachada, que conserva escudos de armas del conde 
            de Monterrei, quien lo mandó construir, don Sancho de Ulloa y 
            Castro, fue rehabilitado en el 2000 para sede del Museo Terra de 
            Melide, de visita inexcusable para el viajero.
Convento 
            del Sancti Spiritus de la Orden Tercera de San Francisco, fundado 
            en el siglo S.XIV, con cabecera gótica de planta rectangular cubierta 
            con bóveda estrellada, pinturas murales de siglo XVI en el testero, 
            tapadas por el retablo barroco tallado en el año 1690 por 
            Francisco de Castro Canseco, uno de los mejores escultores 
            gallegos del siglo XVIII, que vivió en Melide. El retablo presenta 
            una clara disposición franciscana: San Francisco, Santo Domingo y 
            la Inmaculada Concepción, esta última imagen, policromada y dorada, 
            del siglo XVIII, se atribuye al taller compostelano de Gambino-Ferreiro. 
            En la iglesia-monasterio también nos encontamos con interesantes tumbas 
            del siglo XV: sepultura de Alfonso Vázquez de Insua, quien 
            fuera señor del pazo de Vilar de Ferreiros, con lauda con caballero 
            yacente, armadura y espada, siguiendo una tipología típica del siglo 
            XV, lauda de Tareixa Rodríguez, mujer de Alfonso Vázquez de 
            Insua, con decoraciones típicas de la época, y dos cenotafios "in 
            memoriam" de Inés de Castro y Leonor de Mendoza. Del 
            convento, hoy iglesia parroquial, también podemos destacar la capela 
            do Santo Cristo, del siglo XIV. En la misma plaza se halla la 
            capilla barroca y el pazo de la Obra Pía de San Antón, 
            que fundó el arzobispo de origen melidense D. Mateo Segade Bugueiro, 
            dedicada a la enseñanza y que tuvo actividad durante muchos años. 
            La portada de la capilla fue diseñada por Domingo de Andrade, 
            el mejor arquitecto gallego de su tiempo y los escudos son obra de 
            su taller compostelano. En el interior de la capilla hay dos sepulcros 
            del siglo XVII, uno de D. Mateo Segade Bugueiro y otro de D. 
            Antón Varela de Segade, los dos con estatua orante. Saliendo de 
            la plaza y a escasos metros de ésta, se encuentra el Antigo Hospital 
            de Peregrinos, fundado por Fernán López y Aldara González en el 
            año 1375. El actual edificio, datado del año 1502, como se lee en 
            la inscripción de la fachada, que conserva escudos de armas del conde 
            de Monterrei, quien lo mandó construir, don Sancho de Ulloa y 
            Castro, fue rehabilitado en el 2000 para sede del Museo Terra de 
            Melide, de visita inexcusable para el viajero.
           
           
             Siguiendo 
            el Camino, a las afueras de la villa, al borde mismo del Camino 
            de Santiago, que la orilla por el lado sur, está la iglesia de 
            Santa María de Melide, una de las joyas del románico galaico, 
            levantada en el siglo XII. Conserva su altar de piedra románico y 
            pinturas murales en el ábside del siglo XV. Una pieza románica de 
            la iglesia de gran interés es su reja de hierro, del siglo XIII. El 
            arco triunfal de Santa María de Melide estaba cerrado por una reja 
            de hierro medieval de la que se conserva una parte en la iglesia 
            cerrando una capilla, la otra parte de la reja se halla en la iglesia 
            parroquial de la villa.
Siguiendo 
            el Camino, a las afueras de la villa, al borde mismo del Camino 
            de Santiago, que la orilla por el lado sur, está la iglesia de 
            Santa María de Melide, una de las joyas del románico galaico, 
            levantada en el siglo XII. Conserva su altar de piedra románico y 
            pinturas murales en el ábside del siglo XV. Una pieza románica de 
            la iglesia de gran interés es su reja de hierro, del siglo XIII. El 
            arco triunfal de Santa María de Melide estaba cerrado por una reja 
            de hierro medieval de la que se conserva una parte en la iglesia 
            cerrando una capilla, la otra parte de la reja se halla en la iglesia 
            parroquial de la villa.
           
           
            Para rematar este recorrido por el Camino de Santiago, ya en 
            los límites con el Concello de Arzúa, nos encontramos con la iglesia 
            de Vitiriz, del siglo XIV, de estilo gótico, aunque persisten 
            en ella antiguas concepciones románicas, sobretodo de tipo ornamental. 
            De la iglesia podemos destacar su hermoso rosetón. 
           
          Fuera 
            del Camino, pero dentro del Concello de Melide, están las iglesias 
            románicas de San Xoán de Golán, a unos 12 km de la capital 
            municipal, de una sola nave y ábside rectangular, y la de San Martiño 
            de Moldes, a unos 4 km.
           
           
             El 
            Camino de Oviedo o Primitivo también pasa por uno de los ayuntamientos 
            de la comarca: Sobrado. De visita obligatoria en este ayuntamiento, 
            que está a unos 10 minutos de Melide capital, es su monasterio, 
            de las primeras fundaciones del cister, realizada por los monjes de 
            S. Bernardo en el año 1142. De esa época queda la sala capitular. 
            El monasterio sufrió varias reformas, fundamentalmente entre los siglos 
            XVII y XVIII, con la intervención de destacados maestros como los 
            arquitectos Juan de Herrera y Pedro de Monteagudo.
El 
            Camino de Oviedo o Primitivo también pasa por uno de los ayuntamientos 
            de la comarca: Sobrado. De visita obligatoria en este ayuntamiento, 
            que está a unos 10 minutos de Melide capital, es su monasterio, 
            de las primeras fundaciones del cister, realizada por los monjes de 
            S. Bernardo en el año 1142. De esa época queda la sala capitular. 
            El monasterio sufrió varias reformas, fundamentalmente entre los siglos 
            XVII y XVIII, con la intervención de destacados maestros como los 
            arquitectos Juan de Herrera y Pedro de Monteagudo.